Estudio del INSP arroja proyecciones sobre el etiquetado frontal y la lucha contra la obesidad en México
Actualmente, el exceso de peso corporal (sobrepeso y obesidad) es reconocido como uno de los retos de salud pública más urgentes en todo el mundo, principalmente por la velocidad con la que este fenómeno crece y la gravedad de los efectos que conlleva. Y, como es sabido, México es de los países más afectados por esta epidemia de obesidad.
En un intento por mermar esta situación, el gobierno de México aprobó el 22 de octubre de 2019 el Proyecto de Decreto por el que se Reforman y Adicionan Diversas Disposiciones de la Ley General de Salud en Materia de Sobrepeso, Obesidad y de Etiquetado de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, reforma que entró en vigor el 1º de octubre del 2020.
La NORMA Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados establece que los alimentos y bebidas que exceden el umbral de calorías, azúcar, grasas, grasas saturadas y sodio deben tener una etiqueta de advertencia. Además, esta norma tiene relación con otras normas que son mencionadas dentro de dicho ordenamiento jurídico, por ejemplo:
- NOM-008-SCFI-2002, Sistema General de Unidades de Medida,
- NOM-030-SCFI-2006, Información comercial-Declaración de cantidad en la etiqueta especificaciones
- NOM-086-SSA1-1994 Bienes y servicios-Alimentos y bebidas no alcohólicas con modificaciones en su composición. Especificaciones nutrimentales
- NOM-106-SCFI-2017 Características de diseño y condiciones de uso de la Contraseña Oficial
Sin embargo, la pregunta que los profesionales de la salud (y el público en general) se plantea constantemente es si el llamado etiquetado frontal será efectivo para frenar la obesidad o si será un esfuerzo en vano.
En este artículo discutiremos sobre un estudio que realizó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y que nos señala algunas predicciones.
La obesidad en México
Nuestro país es el segundo a nivel global con mayor incidencia de obesidad entre su población adulta, la cual está presente hasta diez veces más que en países como Japón y Corea. En México, más del 70% de la población entre 30 y 60 años tiene sobrepeso, siendo más común en hombres que en mujeres. Sin embargo, la obesidad se presenta con más frecuencia entre las mujeres.
Con respecto a la obesidad infantil, México ranquea como cuarto lugar mundial, detrás de Grecia, Estados Unidos e Italia. Un tercio de los niños y adolescentes mexicanos tiene sobrepeso u obesidad. Esto se explica claramente cuando observamos que México es también el país de América Latina donde más se consumen alimentos ultra procesados, incluyendo bebidas azucaradas. Tristemente, los porcentajes más altos de consumo se dan entre los niños preescolares, quienes reciben hasta 40% de sus calorías de este tipo de productos.
Modelo de estudio: predicción sobre reducción de obesidad tras la implementación del etiquetado frontal en México
Como mencionamos, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) trabajaron en un modelo del impacto del etiquetado frontal sobre las tasas de obesidad sus costos en un periodo de cinco años. Los resultados se publicaron en la revista PLOS Medicine.
El modelo de estudio tomó como base los indicadores de consumo de bebidas y bocadillos obtenidos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición en México de 2016. Además, consideraron los costos que conlleva la obesidad utilizando los resultados del estudio Impacto Económico del Sobrepeso y la Obesidad en México 1999-2023 de la Secretaria de Salud.
Los resultados arrojaron que el etiquetado frontal podría reducir el consumo de productos altamente procesados y los costos que conlleva la obesidad.
Actualmente, los adultos en México consumen aproximadamente 31% de sus calorías de alimentos procesados. El estudio encontró que el etiquetado frontal podría hacer que las personas dejen de consumir un promedio de 36.8 kilocalorías al día de comida chatarra.
Utilizando un modelo matemático, los investigadores tradujeron esta reducción de calorías en peso corporal y encontraron que en un periodo de 5 años después de implementar el etiquetado frontal, los índices de obesidad podrían reducirse en un 14.7%, lo que significa 1.30 millones de casos de obesidad menos.
Esto quiere decir que el etiquetado frontal tiene, efectivamente, el potencial para reducir el consumo de alimentos altamente calóricos y super procesados y efectivamente reducir la incidencia de obesidad en México y los problemas de salud que implica.
Sin embargo, los investigadores también mencionan que el estudio toma como referencia datos arrojados por otros países, como Canadá, Chile y Uruguay, que ya han implementado etiquetado de advertencia anteriormente, por lo que la confirmación de los efectos del etiquetado frontal en México se confirmará sólo con el tiempo.
La OMS, OPS y UNICEF reconocen el etiquetado frontal mexicano
Entidades como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la UNICEF han reconocido la importancia del etiquetado frontal que ha implementado México como un esfuerzo para disminuir los índices de obesidad entre la población.
UNICEF ha señalado que el etiquetado frontal aprobado en nuestro país es uno de los mejores del mundo dadas su claridad y sencillez en la información que ofrece a los consumidores sobre el exceso de nutrientes que contribuyen al sobrepeso y la obesidad, sobre todo en alimentos que son erróneamente considerados como “sanos” para los niños.
La Organización Panamericana de la Salud se refiere a la regulación del sistema de etiquetado frontal de México como una de las más avanzadas y completas del mundo.
Los profesionales de la salud saben de la importancia de seguir avanzando con la educación de la población sobre salud y nutrición y así reducir el impacto nocivo del sobrepeso y la obesidad en la salud pública. Esto es ahora más importante que nunca dado el contexto de la pandemia ya que se ha demostrado que las personas con sobrepeso y obesidad tienen mayor probabilidad de enfermar gravemente o morir por complicaciones de COVID-19.