
El tema del agotamiento laboral entre los profesionales de la salud está hoy más presente que nunca. El estrés de manejar pacientes de forma presencial evitando contagios y la rápida adaptación a plataformas tecnológicas para dar consulta remota son sólo algunos ejemplos de factores de estrés que ha traído la pandemia que vivimos. A esto agreguemos la presión por las decisiones de vida o muerte que muchos médicos han tenido que tomar durante esta emergencia sanitaria.
El agotamiento laboral pone en riesgo a los profesionales de la salud de diversas formas. El estrés físico de la sobrecarga de trabajo y la incertidumbre ante un virus nuevo puede debilitar su sistema inmunológico, haciéndolos propensos a contagiarse de algún padecimiento. También pueden presentar problemas nerviosos, cardiacos o en el sistema digestivo.
Aunque el agotamiento y la depresión no son lo mismo, se sabe que el agotamiento en sí puede conducir a estar deprimido. Tristemente, de acuerdo con el estudio de Medscape Physician Burnout & Suicide Report 2020, respondido por más 15 mil profesionales de la salud de más de 29 especialidades, el mal manejo del agotamiento y depresión es un factor de riesgo para el aumento en el consumo de alcohol y sustancias narcóticas entre médicos y personal de salud, sin mencionar una mayor propensión al suicidio.
El que los médicos padezcan agotamiento es también perjudicial para los pacientes porque se asocia con un aumento en errores de diagnóstico y una mayor tasa de rotación entre médicos, lo que podría traer como consecuencia la insatisfacción del paciente con la atención que recibe de parte de sus especialistas.
De acuerdo con una encuesta aplicada por el medio especializado Medical Economics a 934 profesionales de la salud de todo el mundo, el estrés por la pandemia y el agotamiento que conlleva tiene varios enfoques, por ejemplo:
- 50% tiene preocupaciones financieras ya sea porque su consulta disminuyó o porque tuvo que dejar ir a empleados a su cargo (asistentes y recepcionistas, entre otros).
- 47% siente preocupación por su propia salud o por poner en riesgo la salud de su familia.
- 41% de los entrevistados no puede brindar atención a sus pacientes de la forma que quisiera.
- 32% de los entrevistados dijeron sentirse impotentes ante la situación que vivimos.
La cultura de la medicina es conocida por el esfuerzo en solitario y la búsqueda del crecimiento de forma individual. Este aprendizaje permanece y, si sumamos el gran compromiso que muchos médicos sienten con su profesión y sus pacientes, es común que sientan que no pueden mostrar debilidad o tomarse una pausa en medio de esta emergencia de salud.
Muestra de esto es que el 79% de los encuestados dijeron que, a pesar de sentirse agotados, no piensan buscar ayuda profesional para lidiar con la situación.
¿Qué pueden hacer los profesionales de la salud para combatir el agotamiento laboral?
Tener hobbies, hacer tiempo para convivir con la familia y enfocarse en comer bien, hacer ejercicio y descansar adecuadamente son acciones que todo médico sabe que son importantes, pero no son soluciones mágicas, sobre todo si hablamos de un problema de agotamiento grave.
Para atacar al agotamiento laboral de raíz será necesario que las instituciones de salud se interesen por corregir este grave problema. Por ejemplo, optimizando los procesos de trabajo, reduciendo la carga administrativa y creando modelos de trabajo que propicien la colaboración en equipo.
A este respecto, en 2019 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-035 que tiene como objetivo establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo.
Esta norma rige en todo el territorio nacional y aplica en todos los centros de trabajo.
La ley establece una serie de obligaciones que los patrones deben observar para evitar este tipo de riesgos, entre ellas destacan:
- Establecer y difundir en el centro de trabajo una política de prevención de riesgos psicosociales.
- Evaluar el entorno organizacional.
- Practicar exámenes médicos a los trabajadores expuestos a violencia laboral y/o a los factores de riesgo psicosocial, cuando existan signos o síntomas que denoten alguna alteración a su salud.
Aunque la NOM 035 no obliga a los patrones a dar capacitación para la prevención de riesgos psicosociales, una forma de cumplir con la norma, evitar multas y construir un buen clima laboral, es acercar al personal expertos que brinden capacitaciones sobre el tema.
Aunque en este momento atravesamos por un punto grave de la pandemia y tomar tiempo para este tipo de capacitaciones parece complicado, no podemos dejar de lado que los profesionales de la salud son seres humanos que tienen muchos meses en la primera línea de contacto con el virus que ha provocado esta situación.
La presión psicológica por el riesgo que corren, la sobrecarga de trabajo, las largas jornadas laborales, el distanciamiento de la familia y amigos y el cambio de rutina deben atenderse para asegurar su salud mental y física y, por ende, la óptima atención de sus pacientes.
¿Cómo ha afectado la pandemia por COVID-19 tu sensación de agotamiento? ¿Qué acciones has tomado para lidiar con esta situación? Nos interesa conocer tu punto de vista; platícanos tu experiencia en los comentarios.